Una vejez sin temores

Por Alejandro Barbeito

Recuerdo particularmente a García. Corría el 75 si mal no recuerdo, unas primas habían venido a pasar unos días en casa, y leyendo el diario, sección espectáculos, se engancharon con una gacetilla que invitaba a un recital de Pastoral y Charly García. Debo aclarar que para quién escribe, en esa época, esos nombres eran más desconocidos que los dioses de la mitología escandinava. Agarré viaje a la invitación cursada y al día siguiente estábamos en el club Atenas haciendo cola entre pelilargos perfumados con Pachuli. Un nuevo mundo se presentaba a mis sentidos. Era mi primera experiencia con el rock argentino, perdón, con la música progresiva como la llamaban. Creo que el Charly que vi en esa ocasión era el de la Máquina de Hacer Pájaros, pero no tengo la certeza.

Si me quedó grabado el papelón que hice. Calculo que debe haber habido unas 300 personas como mucho, mis primas se abalanzaron hacia el escenario y yo me quedé retirado como quién no quiere la cosa.Una vez que terminó de tocar el primer grupo le digo al flaco que tenía al lado, como para entrar en charla...
bien Charly no?...”, el flaco me clavo la vista, me enjuició con su mirada y me dijo “...eso era Pastoral”

Me escabullí entre “hippies” silbando bajito disimulando mi desubique. Sin embargo esa noche, mientras veía esos músicos de pelo largo y guitarras acústicas, el sonido se me clavó en el pecho y mis sentidos descubrieron una música que me acompañaría hasta el presente: el rock!

Ese Charly García es el que hoy cumple 61 pirulos, el que me cambio las olas y el viento por las tribulaciones de un tonto rey imaginario, el que me advirtió que las heridas son del oficial, el que reemplazó el extraño del pelo largo por ese hombre bueno si es que hay alguien bueno en este lugar, el que puso en remojo mis oídos para poder entender porque los anocheceres eran agitados o porqué en agosto mata el viento norte. Después se arrimó a mi puerta el Flaco pero ya estaba advertido y le dije que pasara sin golpear. Y así otros tantos.

Hoy Charly sobrevive a un naufragio de un barco que el mismo empujó a mares turbulentos. A los artistas queridos no se los mastica y escupe, no señor. Son lo que fueron y lo que son, por eso, feliz cumple Carlos Alberto García Moreno.


Nota publicada en http://www.carlospazvivo.com/opinion/12171-feliz-cumple-carlos-alberto-garcia-moreno


Dibujo: Alejandro Barbeito

2 comentarios:

Mario Antonio Herrero Machado dijo...

Caramba Ale, nunca pensé que el pibe del aerógrafo llegaría a periodista. Muy buena la nota. Un abrazo. Siempre fuimos compañeros.

Adrián José Lucio Cena dijo...

abrazo a los queridos Ale y mario, hermosa la nota Ale