Crónicas gratinadas / Esa mano!

Por Alejandro Barbeito

Son las 21.30. Maradona cruza la calle con vehemencia, dejándose llevar por un impulso de justicia por mano propia al ver que violentaban la casa de su padre a la espera de su llegada. Es de noche pero la energía maradoniana lo deja ver todo. El Diego llega hasta la vereda de enfrente donde hay un potente reflector apuntando a la casa de su viejo. Los periodistas de guardia empiezan a sudar. Maradona indignado empuja el trípode de la luz que cae al suelo haciéndose añicos, dejando en penumbras la vereda mediática. En el piso del canal los panelistas de ocasión patalean por el atropello del ídolo. Yo que estaba frente a la pantalla siendo testigo de otra violación a la intimidad a la que nos tienen acostumbrados los medios, me acerco a la pantalla y le susurro al movilero que estaba tratando de describir la situación vivida con un lenguaje de poco estudio: "…pibe, agarra la luz rota y llevátela a tu casa para ponerla en una vitrina. Con esa mano que empujó la luz, el Diego le hizo el gol a los ingleses, diez minutos antes de hacer el vía crucis que lo llevaría a los templos de la inmortalidad." Pero seguro no me escuchó.

Ilustración: La Mano de D10S (de la muestra Cruel en el Cartel) de Alejandro Barbeito