La terminal

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Crónicas gratinadas

Por Alejandro Barbeito
Foto: Ardriana Fossa

“El coche de las 22 viene con alguna demora” esbozó en forma de disculpa el boletero.

Comienza mi espera. Son las y cuarto y en la explanada se amuchan los pasajeros que esperan su viaje de regreso o de partida. Es tanta la gente que no hay lugar ni para los adioses. La larga fila de colectivos de corta, media y larga distancia que están arribando se expande hacia Alvear y Maipú. El maletero practica una extraña gimnasia mezcla de pilates con contorsionismo para evitar que una Chevallier le arrebate alguna parte de su cuerpo mientras carga la valija de un señor que viaja a Mendoza. Otro señor, que por su cara parece que su lugar de destino es la mismísima Bagdad, refunfuña para quién lo quiera escuchar: “…tengo boleto para la 22 tengo…y estos atorrantes no saben ni siquiera por donde está el micro…” .

-Pasajeros con destino a Rosario!!!...plataforma 2!!!! me grita en la oreja un muchacho que hace las veces de organizador y que en realidad es un boletero.

Levanto la mirada y busco alguna información que me de consuelo en las pantallas de servicio, pero nada. Dibujos animados.

Un chofer arrea a sus pasajeros hacia el micro …“Nos tratan como ganado” dice una señora mientras intenta pasar su pesada valija por encima de un flaco que duerme placidamente apoyado en una columna. La cola que sale del baño de mujeres se junta con la que espera viajar a Córdoba. La voz de un pequeño parlante anuncia el arribo de las 22.45 con destino a Groenlandia…de los que van a Buenos Aires, naranja!.

Mientras tanto, una manada de MercoBuses se reúne bajo las luces de la esquina pergeniando estrategias para lograr meter un coche en alguna plataforma.

Son las 23. Una pared de vidrio y chapa con un cartelito que dice Retiro se bambolea acolchadamente mientras ingresa a la plataforma 5. Ese es mi coche.

- Horario de las 22.45 a Retiro!!! Gritó el chofer mientras bajaba de un saltito la escalera.

No era el mío! Cómo puede ser?!. Me acerco al conductor del coche recién arribado y le pregunto con tono amable y un touch de angustia:

- no sabe que le pasó al de las 22…???”.

Me miró de arriba abajo y con las cejas señaló hacia las boleterías de la empresa: - Pregunte allá...!. En ese momento recordé a Tom Hanks en el aeropuerto.

Chevallier, Urquiza, Mercobus, Sarmiento y Fono Bus son algunas de las carabelas que esperan para descubrir el continente del caos. Eso si, en la plataforma 6 un pequeño colectivo blanco hace media hora que ronronea con su motor encendido -gasoil y humo mediante- total lugar y ambiente es lo que sobra.

Me arrimo al bar de la terminal para ver como va el partido de la sub 20.

Ma si…me siento a tomar un cortado.

El mozo adivina mi estado de desesperanza:

- que locura todo esto...no? me dice.

- no me hable…mi coche lleva una hora larga de retraso...le espeto.

Y con sabiduría de bar remata:

- Sabe lo que viene con retraso?…una terminal como la gente!…azúcar o edulcorante?

- Así nomás.